¿Tiene usted tres minutos para hablar de… la belleza de perder el tiempo en “Eusexua”?
¿Qué es "Eusexua"? Eusexua es la sensación de bellísima trascendencia momentánea que sientes cuando pierdes el tiempo. Eusexua es mi nueva religión.
FKA Twigs tiene que ser una persona especial. Muy especial. Y utilizo aquí el adjetivo “especial” en su acepción más positiva para referirme a una de esas personas que, cuando las conoces, inmediatamente se abren en canal ante ti y hacen que tengas unas profundas ganas de protegerla contra el mundo a la vez que es capaz de enseñarte grandes lecciones sobre la vida. Esas lecciones que solo se aprenden cuando vives con las emociones y la vulnerabilidad a flor de piel.
Siempre me ha hecho mucha gracia cómo, al inicio de su canción “meta angel” (dentro del disco “CAPRISONGS”), va la tía e incluye un fragmento de una conversación en la que, con su vocecilla de cervatilla herida, admite “I wanna be more confident… I really do” (“Quiero tener más confianza en mí misma… De verdad que lo quiero”). Esta declaración de intenciones tan típica de mañana de re-after hace que sus amichas se descojonen y repitan ese “I really do” antes de asegurarle que el Universo provee a la buena gente como ella.
En mi cabeza, esta conversación casual entre amigas ha acabado por cristalizar en los segundos finales de la nueva “Eusexua”, cuando el ritmo de la canción se para en seco y, antes de fundir al silencio, la artista susurra “People always told me that I take my love too far… then refused to help me” (“La gente siempre me dice que llevo mi amor demasiado lejos… Después se niegan a ayudarme”). De nuevo, las ganas tremendas de abrazarla y protegerla contra el mundo justo después de que me haya dado otra gran lección de vida.
Porque de eso va “Eusexua”, de una lección de vida por mucho que la lección tengas que buscarla fuera de la propia canción. Me explico: FKA Twigs nunca define qué carajo es el estado de eusexua en la letra del tema, así que te obliga a recurrir a noticias como esta para encontrar la respuesta. Es necesario, por lo tanto, que pongas un poquito de tu parte para acabar entendiendo que la artista habla de “lo que sientes cuando has estado bailando toda la noche y te das cuenta de que has estado perdida 7 horas en la música. También cuando conoces a alguien que te gusta mucho y os pasáis la noche besándoos, os besáis durante horas. Pierdes el tiempo. Es porque estás en estado de eusexua”.
En otros lugares, FKA Twigs afirma que “eusexua es un estado del ser. Un sentimiento de trascendencia momentánea a menudo evocado por la música, el arte, el sexo y la unidad”. Lo corona añadiendo que “puede verse seguido de un estado de dicha y sentimientos de posibilidades infinitas”. Y entonces todo cuadra, porque la artista lleva un tiempo advirtiendo que su principal inspiración para el nuevo disco son las noches que pasó bailando techno en los clubs de Praga mientras rodaba “El Cuervo”.
¿Y no te suena “Eusexua” precisamente a estar enrollándote con alguien en un club cuando, de repente, entra una canción que te flipa y seguís besándoos y bailando al ritmo del subidón hasta que llega el final y ahí se abren todas las posibilidades, la posibilidad de culminar el deseo, de abandonarlo a su suerte… o seguir perdiendo el tiempo con ese beso inacabable del que no puedes ni quieres despegarte?
No sé si tú has estado ahí. Pero yo he estado ahí. Y he estado en demasiadas situaciones similares como para que sea totalmente inevitable que “Eusexua”, la canción y el concepto, me atraviesen desde el pecho a la espalda pasando por el corazón. Esa trascendencia momentánea en la que la “euforia” y lo “sexual” (de esa unión viene el nombre, por cierto) se unen para suspenderte en un lugar mágico más allá del espacio y el tiempo. Algo que puede ocurrir cuando te entregas a la música, al arte o cualquier otra cosa que haga que pierdas de vista el mundo. Pero que sobre todo ocurre cuando el tiempo perdido es compartido con alguien más, como en ese beso practicado como bucle sin final que es una de mis cosas favoritas en la vida. Ese beso que no es medio hacia un fin, sino fin en sí mismo. Fin sin fin.
Porque vivimos en una sociedad que nos inculca la necesidad y la urgencia del fin, que quiere que seamos hiper-productivos para llegar a las metas fijadas, ya sea esa meta leerte cinco libros al mes, enrollarte con toda la parrilla del Scruff o escuchar toda la nueva música que se lanza aunque eso suponga relegar al olvido toda esa otra música que te ha gustado pero a la que no tienes tiempo de regresar. Lo importante es tachar metas de tu lista de cosas por hacer. Y que pases a otras cosas lo más rápido posible.
Contra este modus operandi, yo escojo dejarme caer en los brazos de “Eusexua”. Gracias por el concepto, FKA Twigs. Gracias por mi nueva religión.
¿Tiene usted más de tres minutos?
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- No sabia de la nueva The Crow. No se si me parece una buena o una mala noticia teniendo en cuenta mi nivel de fanismo de la original de 1994
- El tema de FKA Twigs me parece una auténtica salvajada
- Justo ayer estuve buceando en el nuevo disco de Jamie XX y hoy compartes el artículo, qué buena mañana llevo!
En fin, que muchas gracias, qué buena edición y que gusto leerte!